Descripción del autor:
Fernando Antonio Ramos Zaga:
Doctorando en Gestión de Empresas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Maestro en Derecho de la Empresa por la Escuela de Postgrado Neumann. Bachiller en Derecho por la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC).
Fernando Antonio Ramos Zaga 1
1 Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Perú (fernando.ramos9@unmsm.edu.pe)
RESUMEN
La economía informal (EI), dinámica y omnipresente, genera verdaderos obstáculos para el desarrollo de la sociedad. Según la OIT (2018), más del 60% a mitad de la población activa forma parte de este sector económico no registrados. En ese sentido, el propósito de este artículo es analizar el fenómeno de la informalidad, reconocer las tendencias emergentes y profundizar nuestra comprensión de sus causas, impactos y posibles soluciones. Se realizó una revisión de literatura sobre la EI. Se utilizaron investigaciones provenientes de bases de datos académicas y gubernamentales, que contribuyeron a la investigación. Los hallazgos muestran que los efectos de la EI se traducen en bajos ingresos, acceso limitado a servicios públicos esenciales y evasión tributaria. Se concluye que el abordar la complejidad de las EI requiere un enfoque que incluya una colaboración multidisciplinaria con la finalidad de cambiar actitudes y comportamientos y actitudes respecto a la tributación, cuyos posibles resultados positivos incluyen un mayor cumplimiento de las obligaciones tributarias, la reducción de los niveles de informalidad y una base sólida para un crecimiento económico duradero.
Este es un artículo de acceso abierto, distribuido bajo los términos de la licencia Creative Commons Atribucion - No Comercia_Compartir Igual 4.0 Internacional. (http://creativecommons.org/licenses/by-nc- sa/4.0/) que permite el uso no comercial, distribución y reproducción en cualquier medio, siempre que la obra original sea debidamente citada
ABSTRACT
The informal economy (IE), dynamic and omnipresent, generates real obstacles to the development of society. According to the ILO (2018), more than 60% to half of the working population is part of this unregistered economic sector. In this sense, the purpose of this article is to analyze the phenomenon of informality, recognize emerging trends and deepen our understanding of its causes, impacts and possible solutions. A literature review on IE was conducted. Research from academic and government databases was used and contributed to the research. The findings show that the effects of IE translate into low income, limited access to essential public services and tax evasion. It is concluded that addressing the complexity of IE requires an approach that includes multidisciplinary collaboration with the aim of changing attitudes and behaviors and attitudes towards taxation, the potential positive outcomes of which include increased tax compliance, reduced levels of informality and a solid foundation for lasting economic growth.
INTRODUCCIÓN
La economía informal (EI), presente a lo largo de la historia, es ahora motivo de creciente preocupación. Afecta a países de todo el mundo, con estadísticas alarmantes que muestran su magnitud. Según datos de la International Labour Organization (2018), más del 60 % de la mano de obra mundial se dedica a la EI, lo que plantea importantes desafíos para el desarrollo económico y social. Este problema plantea importantes cuestiones económicas, sociales y políticas que requieren una cuidadosa consideración y una comprensión más profunda.
La EI tiene diversas causas y efectos. Las personas entran en la EI cuando no tienen opciones de empleo formal, se enfrentan a la exclusión social o carecen de protección social. Sin embargo, formar parte de una EI puede ser perjudicial. Conduce a la inseguridad laboral, bajos ingresos, acceso limitado a la salud y la educación, y promueve la evasión tributaria, lo que reduce los recursos del gobierno para programas sociales (Dell’Anno, 2022).
La importancia de llevar a cabo una investigación exhaustiva sobre las EI radica en su profundo impacto tanto en la sociedad como en la economía. El objetivo de emprender este estudio es comprender mejor este fenómeno para poder formular políticas públicas eficaces que puedan afrontar sus retos de forma efectiva. Según Karpushkina et al. (2021), la EI no solo influye en el ámbito nacional, sino que también tienen consecuencias de gran alcance para la economía mundial, incluidos el comercio internacional y la competitividad del mercado laboral. Por lo tanto, es crucial profundizar en esta cuestión, capacitando a los responsables de la toma de decisiones para fomentar un desarrollo económico más inclusivo y sostenible.
Este artículo intenta reunir las razones, las repercusiones y las posibles respuestas a la economía irregular mediante una revisión detallada de la bibliografía. De este modo, pretende comprender mejor este fenómeno y encontrar respuestas a los problemas actuales.
MÉTODO
Este estudio sobre la EI se lleva a cabo mediante una revisión bibliográfica. Para encontrar y seleccionar los documentos pertinentes, se realizó una búsqueda exhaustiva en bases de datos académicas y recursos electrónicos especializados. Se utilizaron términos clave como economía informal, causas de la informalidad económica, consecuencias de la informalidad económica y medidas para abordar la informalidad económica para garantizar la inclusión de los documentos pertinentes.
La conexión del documento con los objetivos de la investigación determinó su selección para esta revisión. Las fuentes de información elegidas sobre las razones, repercusiones y posibles soluciones relacionadas con las EI incluyeron artículos académicos, informes gubernamentales y documentos de organizaciones mundiales. Se excluyeron los documentos sin suficiente profundidad académica o que no trataban específicamente el tema.
Para evaluar la calidad de los artículos elegidos, llevamos a cabo un minucioso proceso de evaluación. Tuvimos en cuenta la credibilidad de las fuentes de datos, la coherencia de los resultados y la reputación de las fuentes. Se hizo especial hincapié en los estudios que utilizaban métodos empíricos sólidos y aportaban pruebas cuantitativas fiables.
Se llevó a cabo una exhaustiva revisión sistemática de la bibliografía y se analizaron minuciosamente los artículos seleccionados. Se extrajeron y sintetizaron datos importantes sobre las causas, consecuencias y posibles soluciones de la EI. Este enfoque permitió identificar las tendencias actuales de la investigación y ofrecer una comprensión global del problema.
DESARROLLO
Economía Informal
La EI es un fenómeno complejo y generalizado que ha atraído gran atención en los círculos académicos. Sin embargo, su definición universal sigue siendo un reto. Abarca una serie de actividades, algunas legales y otras ilícitas, que evitan el pago de impuestos. La naturaleza diversa de estas actividades hace que sean difíciles de medir y regular, lo que plantea un reto importante para los economistas y los responsables políticos (Joshi et al., 2014).
Según Luque (2022) las EI tienen un impacto significativo en los sistemas económicos legales, independientemente de la orientación económica de un país. Incluye actividades que son legales pero que operan al margen de la regulación. Este escenario va más allá de la evasión tributaria y también implica desafiar las normas legales y reglamentarias. Como resultado, se producen una baja recaudación tributaria y competencia desleal entre empresas. Estas implicaciones afectan al sector público y a la equidad del mercado.
La EI incluye diversas actividades económicas que no se registran en su totalidad, lo que les permite eludir la supervisión gubernamental y los impuestos. Funciona fuera del marco regulador formal. Aunque estas actividades pueden proporcionar ingresos y oportunidades de empleo, a menudo carecen de las prestaciones y protecciones del empleo formal. El sector informal presenta condiciones de trabajo inestables debido a la falta de supervisión y regulación, lo que agrava las vulnerabilidades sociales y la desigualdad de ingresos (Khambule, 2021).
La presencia de actividades económicas informales está muy extendida en todo el mundo. Sin embargo, el alcance y el impacto de estas actividades dependen de las condiciones socioeconómicas únicas de cada país. Para abordar eficazmente este problema, es crucial comprender las causas subyacentes, que a menudo están relacionadas con la inestabilidad macroeconómica, las políticas tributarias y la deficiente aplicación de la ley. Analizando estos factores en detalle, se pueden
desarrollar estrategias específicas para abordar y minimizar los efectos de las actividades económicas no registradas.
El sector informal es una parte clave, aunque compleja, de la economía mundial. Esto es especialmente cierto en los países en desarrollo, donde las normas y los sistemas pueden no ser sólidos o eficaces. El auge y la expansión del sector informal están directamente relacionados con el bienestar económico de un país; también lo están con sus estructuras sociales y normativas (Brown & McGranahan, 2016).
En las economías estables, bien organizadas y con bajas tasas de inflación, las EI tienden a ser pequeñas. Por el contrario, en las economías inestables con alta inflación y dependencia de las transacciones en efectivo, las EI tienden a prosperar (International Monetary Fund, 2020). Los países en desarrollo, que se enfrentan a normativas restrictivas y complejos procesos burocráticos, suelen experimentar este marcado contraste. Estos factores no sólo fomentan la actividad económica informal, sino que también dificultan la supervisión y la regulación, especialmente en los sectores agrícola y de servicios.
Durante las crisis y las recesiones, las EI se vuelven más prominentes, lo que pone de relieve su impacto en la inestabilidad económica. A medida que disminuyen las oportunidades económicas formales, los trabajadores y productores del sector informal buscan fuentes alternativas de ingresos. Así, las distorsiones inducidas por los impuestos empujan a los grupos de menores ingresos a la informalidad, lo que les permite evitar la competencia y reducir su carga tributaria en el sector formal (Kolev & La, 2021).
Las intervenciones gubernamentales en la economía pueden contribuir involuntariamente a la expansión del sector informal. Cuando se imponen medidas reguladoras de las transacciones comerciales y las relaciones laborales, y se penalizan o prohíben determinadas actividades, estas prácticas pueden pasar a la clandestinidad. Como resultado, surge una economía paralela en la que prosperan las transacciones informales debido a la excesiva regulación (Etim & Daramola, 2020). Además, la desigualdad de ingresos también desempeña un papel importante a la hora de empujar a las personas al trabajo informal, ya que los menores ingresos
disponibles hacen necesario buscar ingresos adicionales para mantener un nivel de vida decente.
En las economías en desarrollo, la dinámica del empleo desempeña un papel crucial, especialmente en la distinción entre empleo formal e informal. El sector informal está muy influido por esta dinámica. Cuando las tasas de desempleo son elevadas, se produce un desplazamiento fluido entre el empleo formal y el informal, lo que refuerza aún más el crecimiento del sector informal. Ante la falta de creación de empleo sustancial en el sector formal y los elevados costes asociados al empleo formal, cada vez más personas optan por actividades económicas informales (Petersen & Charman, 2018).
Una razón clave de la expansión de las EI son los factores sociales. El marco social y cultural de un país, que abarca la moral, las normas educativas y las tendencias migratorias, influye considerablemente en la posibilidad de participar en actividades económicas informales (Luque, 2022). Por lo general, la menor participación en actividades informales está vinculada a niveles educativos avanzados y se centra más en el reconocimiento de los deberes y derechos personales dentro de una comunidad.
La corrupción y los problemas de gobernanza influyen enormemente en la actividad económica informal. Cuando la corrupción y el soborno están generalizados, la gente pierde la confianza en las instituciones estatales, lo que conduce a un aumento de las prácticas económicas informales. Asimismo, el rápido crecimiento de la población y la migración de las zonas rurales a las urbanas pueden ejercer presión sobre los sistemas económicos formales, provocando un aumento de las oportunidades de empleo no regulado (Hudson, 2020).
Las políticas tributarias tienen un impacto significativo en el sector informal. Los tipos impositivos desequilibrados y las cargas tributarias generales pueden empujar a empresas y particulares a la informalidad como forma de proteger sus ingresos y activos. Las complicadas normas tributarias y el temor a la pérdida de ingresos por evasión tributaria también desincentivan la participación en el mercado formal (Osemeke et al., 2020). Esto subraya la importancia de contar con sistemas tributarios claros, sencillos y bien aplicados.
La economía es un sistema complejo en el que influyen diversos factores, como el marco normativo, la sociedad y las políticas tributarias. Incluye actividades que no se registran oficialmente, escapan a las estadísticas oficiales y generan ingresos al margen del sector privado establecido. Para promover la estabilidad económica e implicar a una mayor parte de la población en la economía formal, es importante comprender y abordar las causas de la informalidad.
El estudio de la EI se ha convertido en un tema importante en el mundo académico. Prevalece en muchos países, sobre todo en las naciones en desarrollo o subdesarrolladas. El crecimiento del sector informal puede atribuirse a diversos factores, como la inflación constante, el deseo de obtener beneficios rápidos, la desigualdad de la riqueza y la falta de regulaciones económicas. Estos factores se combinan para estimular la expansión de los sectores informales.
A la hora de medir la EI, surgen complicaciones debido a las diferentes metodologías utilizadas, las diversas fuentes de datos y los supuestos subyacentes. El resultado son estimaciones muy variables. Las condiciones económicas y sociopolíticas específicas de los países en desarrollo complican aún más las dificultades para medir con precisión la EI (Ackrill & Igudia, 2023; Daniels, 2004). La volatilidad económica, las dificultades en la recopilación y el análisis de datos, los limitados recursos tributarios y la ineficaz aplicación de la ley contribuyen al alcance de la informalidad en la economía.
En los últimos años, a pesar de los esfuerzos por estabilizar la economía y aplicar reformas políticas, el sector informal ha crecido en Perú hasta alcanzar el 75,7 por ciento en 2022 (Banco Central de Reserva del Perú, 2023). El impacto de la informalidad se puede observar en el mundo empresarial, donde las pequeñas y medianas empresas son las que principalmente identifican al sector informal como un obstáculo importante.
En la informalidad influyen una distribución desigual de la riqueza, la falta de trabajadores cualificados, un sistema tributario complejo y problemas generalizados de corrupción y soborno. Las normas tributarias confusas y cambiantes empujan a muchas personas a operar en la informalidad. Además, la asignación ineficiente de
los fondos tributarios y las numerosas exoneraciones tributarias socavan la voluntad de los contribuyentes de pagar impuestos, lo que provoca un aumento de la evasión tributaria y la informalidad (Gërxhani, 2004; Rosser et al., 2000).
Las actividades económicas informales son más comunes en las economías en desarrollo y en transición de todo el mundo. En las naciones desarrolladas, sin embargo, el sector informal es menor. Esto se debe a factores como la aplicación de las normas tributarias, las duras consecuencias de la evasión tributaria y la intolerancia cultural de este tipo de comportamientos, que desalientan las actividades económicas informales. Por otra parte, en las economías en desarrollo, la falta de marcos jurídicos sólidos, la ineficacia del gobierno y la insuficiente regulación de las actividades económicas contribuyen al crecimiento del sector informal.
La economía se beneficia enormemente de la EI, que produce una cantidad sustancial de bienes y servicios y crea oportunidades de empleo para una gran parte de la población. Los productos informales son conocidos por sus precios más bajos en comparación con los formales, debido sobre todo a sus métodos de producción tradicionales (Williams & Martinez-Perez, 2014). Esta ventaja de costes hace que los productos de la EI sean populares entre los hogares y las empresas, lo que lleva a un consumo y una utilización generalizados dentro de la economía.
La EI se compone de distintas actividades económicas, que van desde las labores básicas de supervivencia hasta los negocios lucrativos que evaden el pago de impuestos. Estas actividades tienen funciones económicas únicas, por lo que es importante distinguir entre el trabajo de subsistencia y los negocios que evaden impuestos (Raijman, 2005). Los responsables políticos y los investigadores deben comprender los diferentes niveles de informalidad para desarrollar estrategias e intervenciones específicas que aborden los retos y las oportunidades concretas dentro de cada segmento de la EI. Reconocer la complejidad de las economías informales pone de relieve la necesidad de enfoques bien pensados para comprometerse con este sector y regularlo eficazmente.
El sector formal y las EI están interconectados. Las personas que trabajan en el sector formal compran a menudo bienes y servicios a la EI. Del mismo modo, las empresas
formales y los vendedores ambulantes también dependen de los bienes y servicios informales. Esta interdependencia muestra la compleja relación económica entre estos dos sectores (Fixy, 2004; Martínez et al., 2017). La EI complementa y suplementa al sector formal, creando un paisaje económico conectado en el que los bienes y servicios fluyen entre ellos, dando forma a la economía en general.
La EI suele asociarse a bajos ingresos y los niveles de productividad también son persistentes debido a las escasas barreras de entrada, lo que conduce al subempleo. En este sector, los microempresarios suelen depender de sus familias para su sustento, aunque no reciban ningún pago formal por sus contribuciones, lo que pone de relieve la intrincada dinámica laboral y los acuerdos informales de empleo dentro del sector (Reeg, 2015). Los miembros de la familia desempeñan un papel crucial al proporcionar mano de obra no remunerada, lo que se suma a las características y desafíos únicos del sector (Williams & Nadin, 2012).
En la EI prevalecen las relaciones sociales de género. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (2017), las mujeres dirigen alrededor del 60% de las empresas del sector de servicios de alimentación y bebidas, mientras que los hombres dirigen aproximadamente el 58,1% de las empresas del sector de comercio y reparación de automóviles. Por el contrario, (Richter, 2007) señala que los hombres se dedican menos al trabajo doméstico, lo que se traduce en menores ingresos informales para las mujeres. Estas estadísticas ponen de relieve las disparidades de género y los papeles que desempeñan en la EI, donde las mujeres a menudo toman la iniciativa en ciertos tipos de negocios, pero también afrontan responsabilidades domésticas adicionales. Estas responsabilidades pueden repercutir en sus oportunidades económicas dentro de la EI.
La informalidad se caracteriza por unos costes inferiores a los del sector formal, debido principalmente a la escasez de barreras de entrada (Malmberg, 1988). Sin embargo, tiene una capacidad limitada de creación de empleo debido a sus bajos niveles de productividad. La EI sirve a menudo de refugio para los emigrantes que no pudieron conseguir oportunidades de empleo formal. Este aspecto pone de relieve el papel de la EI como red de seguridad para los individuos que se enfrentan a opciones
limitadas en el mercado laboral formal, a pesar de sus limitaciones inherentes en términos de productividad y creación de empleo.
La EI ofrece sobre todo condiciones de empleo inestables. Esto incluye unas prestaciones sociales limitadas o incluso inexistentes, especialmente para los jóvenes que empiezan su carrera en este sector, que a menudo ganan salarios inferiores al salario mínimo. La falta de protección laboral y de estabilidad de los ingresos es un reto importante para los trabajadores informales (Sumberg et al., 2020). En consecuencia, a menudo no tienen acceso a medidas esenciales de seguridad social, lo que les hace vulnerables a las crisis económicas. Las intervenciones políticas son necesarias para abordar estas vulnerabilidades y mejorar la calidad del empleo en la EI.
La EI tiene un gran potencial para crear empleo y generar ingresos. Se trata de empresas que no cumplen los requisitos legales. Una perspectiva, apoyada por (de Soto, 1989)considera que la informalidad es el resultado de un exceso de burocracia. Por otro lado, (Loayza, 2008) sostiene que la falta de educación contribuye a la informalidad. Este debate demuestra que la informalidad es una cuestión compleja en la que influyen diversos factores, como los obstáculos burocráticos y las deficiencias educativas. Para abordar eficazmente la EI, los responsables políticos deben tener una comprensión global.
La informalidad puede entenderse desde diferentes perspectivas, como la tolerancia y la corrupción. Está presente en diversos aspectos de la sociedad, incluidas las costumbres y las actividades de los agentes sociales. En lugar de verse como un problema social, la informalidad se considera una forma de vida dentro de la sociedad. Además, (de Soto, 1989) sostiene que una regulación excesiva conduce a la informalidad. Las microempresas optan por la informalidad para evitar los elevados costes laborales del sector formal. Las empresas informales se benefician de eludir el costoso y largo proceso de registro y cumplimiento formal. Esta comprensión global de la informalidad pone de relieve los complejos factores que contribuyen a su prevalencia y persistencia en las economías.
En tiempos de crisis, la EI adquiere mayor protagonismo. La gente recurre a actividades informales para sobrevivir y en el mercado hay productos más baratos.
Esta situación obliga a los individuos a persistir en sus esfuerzos informales y a permanecer en el ámbito de la informalidad. Según de Soto (1989), la presencia de negocios informales es el resultado de los obstáculos burocráticos impuestos por las autoridades. La prevalencia de la informalidad aumenta durante las recesiones económicas, sirviendo como mecanismo de supervivencia para quienes enfrentan dificultades financieras y resaltando los desafíos regulatorios que dificultan los procesos de formalización.
Los participantes en la EI mantienen su estatus para evitar el pago de impuestos y los costes de formalización. Además, a menudo carecen de información, se enfrentan a la corrupción y la burocracia, y experimentan desánimo a la hora de formalizar sus actividades. La EI también se enfrenta a una productividad y unos salarios bajos debido al acceso limitado al crédito y a la inestabilidad de los ingresos. Para pasar a la economía formal, el proceso de formalización de las empresas informales debe ir acompañado de importantes reformas. Estas reformas deben centrarse en mejorar la productividad y garantizar mejores condiciones de trabajo para los empleados, abordando al mismo tiempo los retos estructurales que perpetúan la informalidad.
La EI es conocida por contratar a trabajadores inmigrantes y utilizar distintos sistemas de pago. Ofrece oportunidades de empleo a los inmigrantes en el mercado laboral informal. Como funciona con sus propias reglas, los trabajadores informales suelen ganar menos que el Salario Mínimo (SM). A pesar de sus singulares normas laborales, la EI desempeña un papel importante en la creación de empleo. El nivel de informalidad varía porque existen diferentes tipos, como la informalidad tributaria y laboral (Malmberg, 1988). Esta diversidad pone de manifiesto la complejidad de la EI, en la que coexisten diversos acuerdos laborales y niveles de ingresos que ofrecen importantes opciones de empleo a los trabajadores migrantes.
Según Galindo y Ríos (2015), existen dos perspectivas principales sobre las EI. La primera perspectiva, denominada la visión parasitaria, considera que las EI explotan al sector formal. Sugiere que las EI tienen incentivos negativos para permanecer improductivas y obstaculizan el crecimiento del sector formal. La segunda perspectiva, denominada dualista, se centra en las distinciones y barreras que existen entre el sector formal y las EI. Sugiere que el desarrollo de la EI requiere una mayor
integración entre estos dos sectores. Estos diferentes puntos de vista muestran la complejidad de la EI y los debates en curso en torno a su papel, su relación con la economía formal y las estrategias necesarias para su desarrollo y formalización.
Según de Soto (1989) la informalidad en las actividades económicas está causada principalmente por la compleja normativa estatal, que incluye intrincados procesos burocráticos y elevados costes de formalización. Para abordar esta cuestión, de Soto propone la desregulación argumentando que las normas y las cargas burocráticas impuestas por el gobierno son los principales factores que contribuyen a la persistencia y el crecimiento del sector informal. Simplificar estos procedimientos legales y reducir los gastos asociados puede crear un entorno más favorable para las empresas que operan en el sector no oficial. Al animarlas a formalizar sus prácticas e incorporarse a la economía formal, este planteamiento puede reducir el tamaño del sector no organizado y promover un entorno económico más estable y sostenible.
Sin embargo, hay otros factores, aparte del exceso de regulación, que contribuyen a la informalidad. Uno de ellos es el nivel de tolerancia hacia la informalidad. Las poblaciones menos privilegiadas a menudo luchan por cumplir las normativas tributarias y laborales, lo que las deja en un estado constante de incertidumbre. Esta tolerancia hacia la informalidad afecta a los actores informales de diversas maneras, empujándoles a priorizar la supervivencia individual sobre los requisitos normativos. Además, esta tolerancia sirve para legitimar diferentes formas de informalidad, como la corrupción, la evasión y elusión tributaria (Dos Santos, 2020). Entender la informalidad de esta manera polifacética pone de relieve la compleja serie de factores que contribuyen a su existencia y subraya la necesidad de un enfoque integral para abordar y reducir la informalidad en las economías.
La EI es diversa y vulnerable a los riesgos económicos. Los microempresarios informales suelen enfrentarse a tipos de interés más elevados que los de otros sectores porque los prestamistas informales se aprovechan de su falta de acceso a los servicios financieros tradicionales (Aryeetey, 2005). Además, tanto los funcionarios públicos como los extorsionistas se aprovechan de la precaria posición de los agentes informales. Estos retos muestran las dificultades a las que se enfrentan
quienes operan en la EI, incluido el acceso limitado a la financiación formal y la vulnerabilidad a la explotación y la extorsión.
La escasa implicación del Estado obstaculiza la capacidad de las EI para ser más productivas. Como resultado, los costes de operar de manera informal van más allá de las finanzas y también tienen implicaciones sociales. Los trabajadores informales sufren la imposibilidad de obtener préstamos formales, lo que repercute negativamente en su calidad de vida. Según Jaramillo & Sparrow (2014), en la década de 1990, la indemnización por despido desempeñó un papel vital como capital inicial para muchos microempresarios que habían sido empleados anteriormente. Este apoyo financiero les permitió establecer negocios y generar oportunidades de empleo. Esto pone de relieve la interconexión de las políticas laborales, las redes de seguridad social y el espíritu empresarial dentro de la EI. El acceso a los recursos financieros afecta en gran medida a la capacidad de los trabajadores informales para orientarse hacia el espíritu empresarial y contribuir al crecimiento económico.
La petición de cambiar la intervención del Estado no significa que deba seguir igual. Significa simplificar los complejos procesos administrativos que gravan a las empresas. Tampoco significa que el Estado deba centrarse únicamente en intervenciones redistributivas a través de políticas sociales. Por lo tanto, la desregulación no es la única solución para la formalización; incluye los costes de transacción y los factores culturales.
El microcrédito se considera una herramienta eficaz en las estrategias de desarrollo. Ayuda a proporcionar el apoyo financiero que tanto necesitan las clases sociales desfavorecidas. El objetivo es capacitar a las personas con acceso limitado a los servicios bancarios tradicionales, especialmente a las que viven en la pobreza o en comunidades marginadas. Los programas de microcrédito ofrecen pequeños préstamos a empresarios y personas con bajos ingresos, con el objetivo de promover la autosuficiencia económica, generar oportunidades de subsistencia y reducir la pobreza. (García & Díaz, 2011).
El microcrédito, que introdujo los préstamos individuales como solución financiera, ha tenido éxito en términos de alcance del programa, tasas de reembolso y satisfacción
de las necesidades de los clientes. Sin embargo, sigue habiendo dudas sobre la población destinataria, el sobreendeudamiento y los elevados tipos de interés (Schicks, 2014). Aunque promueve el desarrollo de microempresas, también pone de relieve el reto de la informalidad en estos negocios. Esta doble perspectiva pone de relieve las complejidades del papel del microcrédito en el desarrollo económico.
La participación de los microempresarios en actividades económicas informales puede crear obstáculos para acceder a determinados servicios públicos como la seguridad social y la financiación formal. Las autoridades gubernamentales consideran que las EI son un factor que contribuye al déficit de ingresos tributarios debido a la elusión y la evasión tributarias (Joshi et al., 2014). Esta compleja relación entre las prácticas económicas informales y su impacto en los empresarios y en el panorama tributario general pone de relieve la importancia de adoptar medidas políticas integrales para hacer frente a estos retos.
El microcrédito es una herramienta financiera que apoya el desarrollo de microempresas, cruciales para la creación de empleo. Sin embargo, este enfoque plantea el problema de las operaciones empresariales informales. La economía informal se caracteriza por la inseguridad laboral y la imprevisibilidad de los ingresos. El microcrédito aborda este reto proporcionando ayuda financiera a los propietarios de pequeñas empresas que pueden no cumplir los requisitos de los bancos tradicionales. Esta combinación de informalidad y marginación financiera pone de relieve la importancia de las soluciones financieras a medida (Bateman & Chang, 2012).
Según Plasencia (2004), estudiar la informalidad en Perú requiere una perspectiva crítica que contemple sus orígenes desde la reforma agraria del país. Esta reforma cuestionó las ideas tradicionales sobre la propiedad y demostró cómo el gobierno puede dar forma a las leyes en tiempos de cambio social. No sólo cuestionó la propiedad privada, sino que también demostró cómo las autoridades pueden adaptar las leyes en tiempos de transformación social. Este momento histórico pone de relieve la compleja relación entre el poder estatal, las relaciones de propiedad y la adaptación legal en el sector informal de Perú.
Durante la década de los ochenta, la informalidad se hizo cada vez más prevalente, lo que hizo necesaria una comprensión independiente de la ley separada de la estructura del Estado. Este fenómeno llevó al reconocimiento de numerosos sistemas legales que coexisten y se entrelazan con nuestros paisajes sociales, reflejando la diversidad de normas en Perú. La compleja relación entre los marcos jurídicos formales e informales pone de relieve la importancia de comprender el pluralismo jurídico y sus implicaciones para abordar la informalidad en Perú.
Para analizar la estructura socio-jurídica de Perú, Plasencia (2004) plantea dos niveles de análisis. El primer nivel incluye varias entidades socio-jurídicas en el mismo territorio, pero que operan de manera independiente. Por ejemplo, el derecho consuetudinario, reconocido en el artículo 149 de la Constitución de Perú de 1993, el cual permite a las autoridades de las comunidades campesinas ejercer funciones jurisdiccionales. Estas diferentes formas de regulación dan lugar a una variedad de usos y costumbres en un país conocido por su diversidad. El segundo nivel implica la superposición de espacios sociales, mostrando cómo las normas inciden de manera dispar en diversos grupos y clases sociales. Este complejo panorama sociojurídico pone de manifiesto la interacción entre diversos sistemas jurídicos y su impacto en la dinámica social y la informalidad en Perú.
En respuesta a esta realidad, los actores políticos cuestionan el marco jurídico del mercantilismo y proponen un nuevo sistema jurídico que apoye al capitalismo popular en lugar del Estado. Esta situación brinda la oportunidad de reconocer y analizar los diferentes sistemas jurídicos del país. Muestra cómo interactúan las ideologías políticas, las estructuras económicas y los marcos legales, resaltando la necesidad de un estudio exhaustivo del cambiante panorama socio-legal en Perú. A medida que Perú lidia con la informalidad e intenta redefinir sus fundamentos jurídicos en medio de una dinámica socioeconómica en evolución, la comprensión de estas complejidades se vuelve crucial.
La forma en que se resuelven los conflictos en los sectores populares urbanos revela un sistema de justicia que se considera más auténtico que los procesos estatales formales. La justicia informal, que se basa en la personalización y el pragmatismo, se considera más cercana y relevante para la población. Esto da lugar a nuevos actores
que administran justicia y son social y culturalmente accesibles. La justicia informal también desempeña un papel en la gestión de intereses colectivos, como las invasiones de tierras durante la migración temprana en Perú. Esto pone de relieve la importancia de la justicia informal a la hora de abordar las necesidades de las comunidades marginadas y muestra la compleja relación entre los sistemas jurídicos formales e informales en Perú.
La realidad sociojurídica de Perú pone de manifiesto la incapacidad histórica del Estado para regular plenamente todos los aspectos de la sociedad. Esto pone en tela de juicio la idea de un individuo solitario frente al Estado o de un orden natural, como suponen algunos actores políticos. Esta observación conduce a la hipótesis de que la coexistencia de tradiciones y esferas jurídicas no elimina las desigualdades y discriminaciones existentes. Por el contrario, subraya la importancia de comprender cómo estos diferentes sistemas jurídicos interactúan y afectan a los distintos segmentos de la población. Arroja luz sobre las complejidades de la dinámica sociojurídica en Perú y hace hincapié en la lucha constante por abordar las desigualdades sociales y jurídicas dentro de este contexto polifacético.
La informalidad dificulta la convivencia y la solidaridad orgánica al fragmentar los intereses. Promueve la búsqueda de ganancias sin controles ni responsabilidad social, lo que conduce a patrones de convivencia caracterizados por la desconfianza y la agresión, en particular hacia los grupos marginados. Esto pone de relieve el impacto multifacético y complejo de la informalidad en la dinámica social de Perú. Da forma no sólo a las actividades económicas, sino también a las relaciones sociales y a las estructuras de poder dentro del panorama sociojurídico del país.
En este contexto, la autonomía y la crítica del sistema se ven socavadas. Los sectores populares suelen imitar el estilo autoritario de las clases dominantes en diversos aspectos de la vida cotidiana. Estas prácticas influyen en la movilidad social del país. Esto pone de relieve la compleja relación entre informalidad, estructuras de poder y comportamientos sociales. Subraya la importancia de comprender cómo la informalidad afecta no sólo a las oportunidades económicas, sino también al tejido social y cultural de Perú. En última instancia, esto afecta a las posibilidades de cambio social y movilidad dentro del país.
El impacto de la informalidad en la estructura social peruana llama la atención sobre la persistencia de modelos organizativos arraigados en la época colonial. Estas prácticas no fomentan la igualdad, sino que mantienen una distinción entre los ámbitos público y privado, promueven la doble moral y socavan importantes valores cívicos. Esta observación pone de relieve las arraigadas influencias históricas que aún conforman las dinámicas sociales actuales en Perú, destacando las dificultades de equilibrar las prácticas tradicionales con los principios de igualdad y responsabilidad cívica necesarios para una sociedad justa e inclusiva.
La informalidad en la sociedad peruana, influida por factores como la amplia migración a la capital, pone de manifiesto la lucha por establecer una estructura social justa. Sin embargo, en lugar de promover la igualdad de oportunidades, este fenómeno conduce principalmente a la adopción de comportamientos culturales sin crear estructuras organizativas sustanciales ni una participación política efectiva. Se trata de una compleja interacción entre informalidad, migración y dinámicas culturales que demuestra las dificultades de abordar la desigualdad social y fomentar un auténtico compromiso cívico en un país diverso y en rápida transformación como Perú.
La informalidad en Perú no ha aportado un sentido diferenciado de identidad colectiva ni ha fomentado una sociedad más igualitaria. Por el contrario, a menudo mantiene las divisiones y desigualdades sociales existentes. La informalidad en diferentes aspectos de la economía y la sociedad no conduce a un movimiento cultural o social unido que desafíe las estructuras de poder y los privilegios actuales. Por el contrario, se adapta al marco socioeconómico imperante, en el que persisten los desequilibrios y las disparidades de poder. Esto pone de relieve la importancia de examinar críticamente el impacto de la informalidad en la cohesión social y la equidad en Perú, y de explorar vías alternativas para un cambio y una transformación sociales significativos.
Según Plasencia (2004), el elogio a la informalidad se debe al modo en que se la percibe como una forma de desarrollo capitalista, la cual tiene tres atributos clave que apoyan esta visión optimista: en primer lugar, los trabajadores informales eligen seguir siendo pobres o parecerlo, lo que dificulta su regulación por parte del Estado; en segundo lugar, el gran tamaño del sector informal crea un temor en la sociedad y en
las autoridades a la hora de imponer regulaciones más estrictas, ya que podría dar lugar a desafíos sociales y económicos; y, por último, los trabajadores informales pueden cambiar su estatus social y la naturaleza de su trabajo en función de su conveniencia, lo que les permite adaptarse a diferentes ideologías y discursos políticos. Estas cualidades han hecho de la informalidad una forma aceptada de ganarse la vida, pero también plantean retos en términos de equidad y regulación en las economías en desarrollo.
De acuerdo a Lynch (2020), el elogio a la informalidad crea una imagen de emprendedores sin recursos, pero con valentía y determinación para superar los obstáculos de un sistema burocrático, todo ello en aras de establecer sus propios negocios. Sin embargo, esta narrativa deja de lado valores importantes como la justicia, la identidad nacional y los derechos fundamentales. Al idealizar el espíritu empresarial informal, la sociedad corre el riesgo de marginar a quienes cuestionan esta perspectiva y abogan por un entorno empresarial más justo y regulado. El elogio a la informalidad no sólo perpetúa las disparidades socioeconómicas, sino que también silencia a quienes defienden valores y derechos esenciales, obstaculizando el avance hacia una sociedad justa y equitativa.
La informalidad en el ámbito económico es un problema ampliamente reconocido en muchos países. Las prácticas competitivas requieren una menor fiscalidad de los empresarios. Por lo tanto, reducir el nivel de imposición de los empresarios y aumentar los impuestos puede contribuir a reducir el empleo informal. Aplicar incentivos en función de la relación entre el número de empleados y sus obligaciones tributarias implica que un mayor número de trabajadores contratados conlleva una reducción proporcional de los impuestos. Incentivar a las empresas para que contraten a más empleados puede ser un paso concreto hacia la reducción del trabajo informal.
A la hora de diseñar la normativa tributaria, es esencial tener muy en cuenta las tendencias inflacionistas, ya que afectan en gran medida al empleo informal y distorsionan la equidad tributaria. La inflación afecta al sector no organizado de varias maneras. Puede alterar el análisis coste-beneficio entre el empleo no organizado y el
formal, haciendo más atractivo el trabajo no organizado debido a su flexibilidad y a las oportunidades de evasión tributaria. Esto es especialmente preocupante durante las recesiones económicas, cuando el poder adquisitivo disminuye y más personas recurren al sector informal para llegar a fin de mes. Para frenar el crecimiento del empleo informal, es esencial aplicar medidas estratégicas para salvaguardar el poder adquisitivo de los trabajadores, que pueden incluir políticas que promuevan el empleo formal, así como ajustes de los umbrales tributarios para tener en cuenta la inflación.
La cuestión de la informalidad económica no puede resolverse de forma aislada. Requiere un esfuerzo coordinado de las instituciones estatales para detectar y regular mejor las actividades económicas no declaradas. La falta de coordinación obstaculiza actualmente este objetivo. Para crear un sistema tributario más sólido y justo, es necesario intercambiar información entre las instituciones y aplicar medidas preventivas. Sólo a través de estas estrategias cohesivas y proactivas podrá el Estado abordar eficazmente los retos de la informalidad y optimizar sus operaciones tributarias.
La administración tributaria necesita urgentemente una reestructuración integral para satisfacer las necesidades económicas modernas y servir eficazmente a los contribuyentes. Las inflexibles estructuras internas de las instituciones tributarias han dificultado su adaptación a los cambiantes entornos económicos. Por lo tanto, es necesaria una reforma que dote a la administración tributaria de la autoridad y las capacidades necesarias para reducir la informalidad en la economía. Esta reforma estructural no sólo mejorará las capacidades operativas de la institución, sino que también reforzará su marco normativo.
La administración tributaria depende de sus empleados para combatir eficazmente la informalidad económica. El compromiso de estos empleados depende en gran medida de sus condiciones y derechos laborales. Por lo tanto, es crucial invertir en la mejora de las condiciones laborales para disuadirlos de migrar al sector privado y, al mismo tiempo, permitir la implementación de medidas efectivas contra la informalidad. Se espera que esta mejora estratégica en el bienestar del talento humano que conforma la Administración Tributaria tenga un impacto positivo en la vida de los
ciudadanos al asegurar una asignación más eficiente de la recaudación tributaria para servicios públicos esenciales.
La lucha contra la informalidad depende en gran medida del personal encargado de hacer cumplir la legislación tributaria. Para garantizar su dedicación y pericia, se requiere una formación exhaustiva y mejores condiciones de trabajo. También es necesario establecer la confianza de los contribuyentes en el buen uso de los fondos públicos. Si existe la percepción de mala gestión o ineficacia en los servicios públicos, el cumplimiento de las obligaciones tributarias puede verse reducido. Por lo tanto, es importante mejorar la calidad de los servicios públicos y atajar la corrupción para minimizar la evasión tributaria.
La migración del campo a la ciudad en Perú agrava la EI. Se produce cuando más personas se trasladan de las zonas rurales a las ciudades en busca de mejores oportunidades económicas. Como resultado, a menudo se encuentran con trabajos mal pagados y sin seguridad social. Para abordar este problema, es crucial aplicar políticas centradas en el desarrollo local. Estas políticas deben abordar las causas profundas de la migración interna. Una táctica eficaz podría ser promover la migración inversa, animando a la gente a regresar a las zonas rurales. Esto puede lograrse mejorando las infraestructuras locales, creando oportunidades de empleo en los sectores agrícola y no agrícola, y mejorando los servicios básicos y las condiciones de vida. Estas medidas pueden reactivar las economías rurales, aliviar la presión sobre las economías urbanas y establecer un ciclo más equilibrado de desarrollo económico y movilidad laboral.
Para fomentar una sociedad que dé prioridad al cumplimiento de las obligaciones tributarias, es crucial adoptar un cambio hacia la conciencia tributaria. Una forma eficaz de lograrlo es incorporar la cultura tributaria a la educación básica desde una edad temprana. Asimismo, fomentar la adopción de tecnología, como los pagos con monedero digital, puede mejorar en gran medida el registro de las transacciones comerciales y reducir así la evasión tributaria.
Comprender la EI ayuda a impulsar el crecimiento económico y el bienestar social. El empleo informal, el trabajo por cuenta propia, la venta ambulante, entre otras
actividades, no están sujetas a las normas tributarias. Es importante señalar que, especialmente en las poblaciones desfavorecidas, la EI desempeña un papel importante en la creación de empleo y de ingresos en muchos lugares. Para desarrollar políticas públicas acordes con la realidad, debemos comprender plenamente esta economía. Las políticas públicas desarrolladas con esta información pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de estos trabajadores y, al mismo tiempo, impulsar su cambio a un sistema más regulado, lo que ayuda a aumentar los ingresos tributarias.
Promover la conciencia tributaria desde la educación básica es crucial para hacer frente a la EI. Este enfoque proactivo es necesario, ya que su naturaleza oculta plantea importantes retos a la gestión eficaz de los recursos públicos. Haciendo hincapié en el papel de los impuestos en la prestación de servicios públicos esenciales y en la mejora de la sociedad en su conjunto, podemos fomentar un mayor cumplimiento tributario y reducir la prevalencia de la EI. Educar a los estudiantes sobre las funciones y beneficios de los impuestos en la sociedad puede cambiar sus actitudes y comportamientos hacia la evasión tributaria y la participación en el sector no organizado. Al incorporar la conciencia tributaria a la educación básica, nos aseguramos de que las generaciones futuras comprendan la conexión entre los servicios públicos, el cumplimiento de las obligaciones tributarias y el bienestar de la sociedad, fomentando una ciudadanía más informada y responsable.
La economía formal ofrece varias ventajas a los contribuyentes. Por lo tanto, para hacer frente a la EI, es crucial fomentar la confianza de los ciudadanos en el gobierno y establecer un sistema tributario transparente. Un sistema de este tipo permite a los individuos analizar el gasto público y comprender los beneficios tangibles derivados de la tributación. De este modo, puede aumentar el compromiso cívico, lo que conduce a un mayor cumplimiento tributario y a una disminución de las actividades económicas informales.
La colaboración entre sociólogos, psicólogos y economistas es crucial para comprender y abordar las EI. Los sociólogos examinan la dinámica social y cultural que fomenta la evasión tributaria, los psicólogos exploran los factores psicológicos que impulsan la participación en las EI, mientras que los economistas aportan ideas
sobre los incentivos económicos y las consecuencias tributarias. Este enfoque multidisciplinar ayuda a desarrollar estrategias eficaces para combatir la EI abordando la economía y los comportamientos de los individuos.
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