Yvan Díaz Zelada
10
Escuela de Postgrado Neumann
que fue un polo de desarrollo industrial
donde empresas como Wrangler,
General Motor, Hitachi, Sony, Coca Cola,
Citroen, entre otras empresas, instalaron
sus fábricas en la zona industrial de esta
ciudad que contaba con un puerto de
cara al comercio internacional.
Pero posterior al gobierno militar,
Arica quedó relegada como región y las
industrias instaladas en la ciudad,
comenzaron a cerrar sus puertas. Una de
las últimas en dejar el puerto de Arica fue
GMC, que fue la última planta
ensambladora de vehículos ubicada en
Latinoamérica. Los años que siguieron a
Arica fueron críticos. El desempleo, el
incremento de la pobreza y la quiebra de
comercios, hizo que los ariqueños
encuentren en Tacna una ciudad de
esparcimiento, sumado al beneficio que
encontraban en el tipo de cambio, al ser
el peso chileno una moneda más dura,
podía cruzar la frontera y adquirir
productos de buena calidad a pecios
bastante económicos.
Esa era de consumismo se dio de
manera constate y exponencial, haciendo
que Tacna inicie un camino de desarrollo,
que, sumado al inicio de las operaciones
de la zona franca e industrial, permitía
que muchos productos que ingresaban a
la ciudad peruana, sean aún más
atractivos en cuanto a costo para los
visitantes chilenos.
Perú desarrollo su cultura
gastronómica que fue aprovecha muy
bien por muchos restaurantes tacneños
que se reinventaros y mejoraron sus
ofertas culinarias. Los empresarios
apostaron por la diversión nocturna, de
ocio y entretenimiento. Se crean
discotecas, bares y tabernas, llegan las
primeras cadenas de casinos a la ciudad,
los comercios mejorar sus
infraestructuras y los empresarios
comienzan a desarrollar estrategias
comerciales enfocadas en el consumidor
chileno que llegaba a la ciudad dispuesto
a gastar en comida, salud y diversión.
Estas estrategias implicaron
mejoras sustancias en la infraestructura
de los comercios, galerías, zonas
comerciales, entre otros. La banca
favoreció rápidamente los nuevos
emprendimientos con líneas de crédito y
prestamos (muchas veces a sola firma)
con garantía sobre los mismos negocios.
Los flujos estaban garantizados con los
más de un millón 657,758 chilenos que